Sabía que debía apartar de
mi vida incluso su recuerdo. Y poder continuar mi camino, libre y sin arrastrar
exceso de equipaje. Fue mi mejor historia de amor, pero para él sólo fui otro
juguete en su colección. Había demasiado de él, en mi cuerpo y en mi casa. La
lucha no fue fácil, pero finalmente pudo más mi necesidad de sobrevivir y quemé
hasta sus cartas y fotos. Hoguera sanadora, con la última llama, se extinguió
también todo sufrimiento.
Al fin, logré ser feliz.
© Mirta Mineo - Todos los derechos reservados - Inscripto en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual
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