viernes, 4 de enero de 2019

LA DECISIÓN DE MARÍA

Este cuento ha recibido una mención de honor en el concurso internacional
"Ensamblando palabras 2018", organizado por el
Instituto cultural latinoamericano

–¡Qué raro, María! ¿Vos llegando tarde? ¿Te pasó algo? –le preguntó Cintia, mientras fumaban en el break.
–Pasé la noche en vela. ¡Estoy agotada! No sé cómo plantearle a Matías que nos tomemos un tiempo. Me siento ahogada en esta relación.
–¿Te volviste loca? ¡Matías te adora! ¿Dónde vas a encontrar otro que esté tan pendiente de vos como él? ¡Te consiente en todo!
María se arrepintió de haber tocado el tema con su compañera de recursos humanos. ¿Qué otra reacción podía esperar? ¡Si era su mejor amiga! Ella los había presentado dos años antes. ¡Siempre se ponía de su parte! ¡Ya estaba harta! ¡Por suerte se había guardado unos días de vacaciones para irse sola en el invierno! Él no podía dejar su nuevo trabajo.
Es cierto que al principio Matías se había mostrado encantador y considerado, la había conquistado con sus múltiples atenciones, tomando en cuenta siempre sus gustos y deseos. Con el tiempo, fue cambiando de manera imperceptible. Iba a buscarla a la salida de las clases de fotografía o del gimnasio, donde se entrenaba en defensa personal. Todos le repetían lo afortunada que era, pero ella comenzó a pensar que detrás de esas actitudes se escondía la necesidad de controlarla y alejarla de sus amistades.
Extrañaba salir de vez en cuando con sus compañeras del club. Le había insistido para que dejara de entrenar, total si ahora estaba él para defenderla. Incluso le había hecho algunas insinuaciones para que cambiara su manera de vestir. ¿No serían las primeras manifestaciones de violencia de género?
–María, ¿puede venir a mi oficina un momento? –la voz de su jefe la sobresaltó, esperaba no tener que quedarse a hacer horas extra.
–Con respecto a las vacaciones que había pedido, lamentablemente no va a ser posible. Justo en esa fecha tenemos una visita del Gerente de Internacionales y muchos eventos que preparar.
Ella se sintió desolada. La excusa de las vacaciones era ideal para pensar tranquila y encontrar la mejor manera de terminar con Matías.
Ya en su casa, siguió pensando el tema. Cuando a las diez de la noche él la llamó para ir al cine, con el argumento de que no había dormido bien, rechazó la invitación. De paso, aprovechó para pedirle unos días, estaba agotada y le esperaban semanas con demasiado trabajo.
–Pero, María, lo que necesitamos es estar más juntos. ¡Nuestro casamiento es a fines de la primavera! Al menos reunámonos para tomar un café y charlar tranquilos frente a frente.
–Bueno, si preferís –cedió ella ya que no tenía planeado terminar mal con él. Tal vez sería lo mejor, llegar a un acuerdo amistoso para separarse.

Nunca imaginó las consecuencias de este encuentro. Fue su último pensamiento mientras volaba sin escalas rumbo al asfalto, veintidós pisos más abajo. Junto con el estallido de sus huesos, la sangre fluyó llevándose su vida.

Allá, en el balcón, una sonrisa de triunfo se esbozó en su boca. Los moretones que él le dejó en los brazos serían la prueba necesaria para justificar legítima defensa. 

 © Mirta Mineo - Todos los derechos reservados - Inscripto en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual

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