Este cuento ganó una mención especial en el concurso internacional
Versos Compartidos de la República Oriental del Uruguay
en el género relato breve de misterio
Al
borde del acantilado se encuentra ella, la fortaleza abandonada. Allí está,
inexpugnable, impertérrita, orgullosa como una reina. Entre sus muros, ahora
descascarados, protegió a sus habitantes de todo enemigo, tal como una madre
amorosa con sus hijos. Nadie sabe en realidad qué pasó, por qué fue que sus
habitantes desertaron el lugar. Se perdieron los registros y al tratarse de un
sitio tan aislado, no había ciudades que estuvieran en contacto permanente con
los lugareños. Un día, una comitiva llegó de visita y la encontraron tal como
se la ve ahora.
En
la actualidad, los curiosos sólo van a disfrutar el paisaje y a tomar
fotografías. A veces, alguno desarrolla alguna bizarra hipótesis, sin ningún
sustento, tratando de explicar el fenómeno.
Ella
es la única dueña de su secreto, ese que guarda celosamente de todo extraño. En
el fondo siente cierta vergüenza de los sucesos del pasado. No pudo proteger a
sus amados habitantes del jinete del apocalipsis que los atacó y se los llevó a
todos: la peste. Y la fortaleza se quedó completamente vacía, gritando su
soledad y su dolor a los vientos que la castigan sin piedad, como si ella fuera
la culpable de su padecimiento.
© Mirta Mineo - Todos los derechos reservados - Inscripto en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual
Una lírica nostálgica con aires de antaño. Me ha gustado mucho. Besos.
ResponderEliminarA mí también me gustan los aires de antaño! Gracias, Tina!!!
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