Horror en el mundo: Cecil, el león más famoso
de Zimbabwe ha sido asesinado. Su cadáver desollado y decapitado fue encontrado
hace dos días fuera de los límites de la reserva en la que vivía. El collar con
el que se lo seguía por satélite estaba destruido junto a sus restos. Se sabe
que el cazador pagó más de 50.000 € para que unos lugareños le facilitaran la
captura del animal. Violentas reacciones de diferentes asociaciones defensoras
de la vida silvestre se han sucedido en todos los países reclamando se lleve a
juicio a todos los responsables
¡Esos imbéciles fanáticos son insoportables!
¿Quienes se creen que son? Al fin y al cabo yo arriesgué mi vida en esta hazaña
y sólo se trataba de un león, hermoso
por cierto. Esa melena negra era la única que me faltaba para completar mi
colección de grandes felinos ¡Queda perfecta en medio de mi sala de
trofeos!¡Nunca imaginé que se fuera a levantar semejante escándalo! ¡Con toda
la gente que muere masacrada todos los días en tantos conflictos! Estos
chiflados se horrorizan por la muerte de una bestia que si se descuidan se los
come a ellos ¡Atacaron con piedras el frente de mi lugar de trabajo! Pegaron
afiches con mi rostro en los alrededores de mi casa y del club, ya no podía ni
salir a la calle ¡Y se dicen defensores de la vida! Tuve que alejarme por un
tiempo. Afortunadamente mi amigo Roger me ayudó a refugiarme en su rancho de
Texas bajo el nombre de Steve Parker. Lo tomo como unas vacaciones obligadas
que, en definitiva, no me vienen mal.
En la sabana
africana el aire tibio transporta los aromas del atardecer. El gran león Jericho
se encuentra rodeado de toda la manada que lo mira expectante, esperando su
mensaje.
—Mi
hermano ha sido cobardemente asesinado y debemos vengar su muerte.
—¿Cómo
podríamos hacerlo? No sabemos dónde se encuentra el culpable.
—Él
cree que puede escapar a nuestra venganza, pero no imagina lo poderosos que
somos, no importa dónde se esconda, caerá en nuestras garras. Este crimen no
quedará impune. Sólo esperen con fe, ya verán.
Luego
de varios días, Steve se siente acorralado en el enorme rancho pero no se
atreve a regresar a su casa.
La noche
primaveral invita a dar un paseo, decide entonces dirigirse hacia las colinas
en su camioneta y disfrutar de la maravillosa vista sobre el río. Lleva consigo
sus rifles cargados, nunca se sabe con qué animal podría cruzarse en medio de
la naturaleza. En la zona hay pumas, zorros, los ya no tan frecuentes osos
negros y por supuesto algunas víboras.
Conducir
por los caminos sinuosos le trae algo de calma, el tibio aire le acerca el
dulce aroma de las plantas que crecen a la vera del camino. Al llegar a la
cima, desciende para sentarse en el mirador natural formado por un cúmulo de
piedras, siempre con un par de rifles y su linterna a la mano, aunque no le
hace falta encenderla. La luna llena y las infinitas estrellas dan un marco
fantasmal y atractivo al extraordinario paisaje que se extiende ante su vista.
A miles
de kilómetros, Jericho está extrañamente alerta. Mirando al cielo, su nariz se
agranda olfateando a la incauta presa mientras sus poderosos músculos se tensan
preparando el ataque.
Steve se encuentra perdido en sus pensamientos cuando
le parece escuchar una especie de gruñido. Su instinto de cazador le hace
observar el entorno, pero ningún animal puede esconderse allí. Vuelve a
relajarse, imagina sus próximas aventuras, tendría que viajar al ártico, un oso
polar sería ideal para engrosar su colección.
En ese
momento, algunas estrellas se vuelven más brillantes, su luz se torna más densa
en algunos puntos formando extrañas figuras.
Con un
poderoso rugido, Jericho lanza sus garras al aire, hacia una presa invisible.
Al otro
extremo del mundo la fría luz estelar transformada en un par de garras
transparentes desgarra y quema la garganta del desprevenido cazador que se
despide del mundo en un agónico estertor.
Anoche un astrónomo del hemisferio norte fotografió
un extraño fenómeno acaecido en la constelación de leo cuyas estrellas formaron,
por un instante, la imagen de un león. Se sospecha un posible fraude en las
imágenes
Mirta Mineo - ©Todos los derechos reservados - Inscripto en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual
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Este cuento fue inspirado por la noticia real del asesinato de un león que estaba en una reserva de animales. Está publicado en la antología "La Deuda" de Editorial Dunken
Para más información sobre este hecho ir a : Escrache al asesino de Cecil
Para más información sobre este hecho ir a : Escrache al asesino de Cecil