sábado, 24 de septiembre de 2016

OJO POR OJO

Horror en el mundo: Cecil, el león más famoso de Zimbabwe ha sido asesinado. Su cadáver desollado y decapitado fue encontrado hace dos días fuera de los límites de la reserva en la que vivía. El collar con el que se lo seguía por satélite estaba destruido junto a sus restos. Se sabe que el cazador pagó más de 50.000 € para que unos lugareños le facilitaran la captura del animal. Violentas reacciones de diferentes asociaciones defensoras de la vida silvestre se han sucedido en todos los países reclamando se lleve a juicio a todos los responsables

¡Esos imbéciles fanáticos son insoportables! ¿Quienes se creen que son? Al fin y al cabo yo arriesgué mi vida en esta hazaña y sólo se trataba  de un león, hermoso por cierto. Esa melena negra era la única que me faltaba para completar mi colección de grandes felinos ¡Queda perfecta en medio de mi sala de trofeos!¡Nunca imaginé que se fuera a levantar semejante escándalo! ¡Con toda la gente que muere masacrada todos los días en tantos conflictos! Estos chiflados se horrorizan por la muerte de una bestia que si se descuidan se los come a ellos ¡Atacaron con piedras el frente de mi lugar de trabajo! Pegaron afiches con mi rostro en los alrededores de mi casa y del club, ya no podía ni salir a la calle ¡Y se dicen defensores de la vida! Tuve que alejarme por un tiempo. Afortunadamente mi amigo Roger me ayudó a refugiarme en su rancho de Texas bajo el nombre de Steve Parker. Lo tomo como unas vacaciones obligadas que, en definitiva, no me vienen mal.

En la sabana africana el aire tibio transporta los aromas del atardecer. El gran león Jericho se encuentra rodeado de toda la manada que lo mira expectante, esperando su mensaje.
—Mi hermano ha sido cobardemente asesinado y debemos vengar su muerte.
—¿Cómo podríamos hacerlo? No sabemos dónde se encuentra el culpable.
—Él cree que puede escapar a nuestra venganza, pero no imagina lo poderosos que somos, no importa dónde se esconda, caerá en nuestras garras. Este crimen no quedará impune. Sólo esperen con fe, ya verán.


Luego de varios días, Steve se siente acorralado en el enorme rancho pero no se atreve a regresar a su casa.
La noche primaveral invita a dar un paseo, decide entonces dirigirse hacia las colinas en su camioneta y disfrutar de la maravillosa vista sobre el río. Lleva consigo sus rifles cargados, nunca se sabe con qué animal podría cruzarse en medio de la naturaleza. En la zona hay pumas, zorros, los ya no tan frecuentes osos negros y por supuesto algunas víboras.
Conducir por los caminos sinuosos le trae algo de calma, el tibio aire le acerca el dulce aroma de las plantas que crecen a la vera del camino. Al llegar a la cima, desciende para sentarse en el mirador natural formado por un cúmulo de piedras, siempre con un par de rifles y su linterna a la mano, aunque no le hace falta encenderla. La luna llena y las infinitas estrellas dan un marco fantasmal y atractivo al extraordinario paisaje que se extiende ante su vista.

A miles de kilómetros, Jericho está extrañamente alerta. Mirando al cielo, su nariz se agranda olfateando a la incauta presa mientras sus poderosos músculos se tensan preparando el ataque.

Steve  se encuentra perdido en sus pensamientos cuando le parece escuchar una especie de gruñido. Su instinto de cazador le hace observar el entorno, pero ningún animal puede esconderse allí. Vuelve a relajarse, imagina sus próximas aventuras, tendría que viajar al ártico, un oso polar sería ideal para engrosar su colección.
En ese momento, algunas estrellas se vuelven más brillantes, su luz se torna más densa en algunos puntos formando extrañas figuras.

Con un poderoso rugido, Jericho lanza sus garras al aire, hacia una presa invisible.

Al otro extremo del mundo la fría luz estelar transformada en un par de garras transparentes desgarra y quema la garganta del desprevenido cazador que se despide del mundo en un agónico estertor.

Anoche un astrónomo del hemisferio norte fotografió un extraño fenómeno acaecido en la constelación de leo cuyas estrellas formaron, por un instante, la imagen de un león. Se sospecha un posible fraude en las imágenes







  Mirta Mineo - ©Todos los derechos reservados - Inscripto en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual

Este cuento fue inspirado por la noticia real del asesinato de un león que estaba en una reserva de animales. Está publicado en la antología "La Deuda" de Editorial Dunken

Para más información sobre este hecho ir a : Escrache al asesino de Cecil