miércoles, 22 de agosto de 2018

LAS TRES CARAS DEL FRÍO

Este cuento recibió una Mención Especial en el concurso internacional
de narrativa y poesía en homenaje a Gabriel García Márquez
organizado por la Sociedad e Escritores surbonaerenses.

Los hoteles en Bariloche están a pleno. Jolgorio para sus propietarios, felicidad para los esquiadores. Hacía años que no se veía tanta nieve junta a principios de temporada. Las altas cumbres y la ciudad se muestran igualadas por la cubierta blanca que les da un toque cinematográfico.
Las pistas de esquí rebosan de gente variopinta que disfruta deslizándose por las laderas como en una reminiscencia de la niñez. Las risas se mezclan con los platos exóticos y las bebidas alcohólicas con las que se regalan, luego de haber agotado su cuota de esquí o de snowboard de la jornada.
Jorge, o George como le dicen sus amigos, está exultante, es el modelo publicitario del momento y las hermosas esquiadoras que llegaron en esta semana se lo disputan sin disimulo. Él es el rostro de la marca de los más caros equipos de esquí, livianos y ultramodernos, que se venden en Europa y los Estados Unidos. Se siente privilegiado. Bien protegido con su ropa exclusiva, se cree por encima de los demás que no saben aprovechar los placeres de ese paisaje maravilloso y de las oportunidades que este les brinda.
Mientras tanto, el aeropuerto atestado muestra una cara diferente. Las condiciones climáticas impiden la partida de los vuelos desde hace varios días. Los frustrados pasajeros agotaron las protestas que cayeron en sordos oídos ya que la ley vigente no hace responsable a las compañías por problemas meteorológicos. Las instalaciones se transformaron en conventillos o en villas miseria improvisados, con gente durmiendo por todas partes.
Norma tuvo suerte de encontrar una mesa donde acostar a sus hijos mientras ella se las arregla con una silla; sabe que otros, menos afortunados o menos previsores, no tuvieron otro remedio que tirarse por el piso. Con los hoteles ocupados al ciento por ciento, imposible conseguir habitación.
Como si todo fuera poco, explotó la cañería de calefacción, así que, encima, los pasajeros tuvieron que agradecer a la gendarmería y a los militares, que les distribuyeran mate cocido caliente y frazadas. Los casi veinte grados bajo cero no perdonan a nadie y calientan la codicia de los concesionarios del aeropuerto que llegaron a cuadruplicar o quintuplicar los precios. “Atrapados sin salida” es la respuesta que dan a los periodistas que les preguntan por su estado de ánimo.
Tampoco salen los micros por el estado de las rutas y en la terminal se ven casi las mismas escenas que en el aeropuerto, aunque con menos glamour. También aquí dejó de funcionar la calefacción. El jefe de la terminal vio tambalear su puesto de trabajo por haber distribuido café gratis entre los pobres pasajeros anclados en el edificio.
En las afueras de la ciudad las estancias están aisladas. Puesteros y peones, abandonados a su suerte por los patrones, carecen de comida y de leña para calefaccionarse o cocinar. De los dueños, ni noticias, como no fueran los whatsapps que enviaron intermitentemente preguntando por las ovejas o las cabras. Las comunicaciones están cortadas y los caminos intransitables.

Don Francisco, con sus ochenta años, apenas logra despejar un tramo de camino para llegar al depósito donde queda algo de leña. En su despensa solo hay unos paquetes de yerba y una bolsa de bizcochitos que tiene que administrar porque su experiencia le indica que el panorama no va a despejarse rápidamente. Varias ovejas murieron atrapadas en la nieve; pero sabe que no puede ni debe tocarlas aunque el hambre lo empuje, el patrón podría acusarlo de robo. Piensa en sus nietos. El rancho donde viven no es mejor que el suyo y también deben estar aislados. Con los chicos es terrible cuando no hay para comer. Seguro que con la nevada su hija y el marido no han podido ir al pueblo a aprovisionarse. No hay electricidad tampoco y su celular ya está descargado. Lo último que escuchó en la radio portátil, antes de que murieran las pilas fue: “Festival de nieve en Bariloche. Felices los hoteleros con el boom en estas vacaciones de invierno que activaron el turismo”.


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