Les comparto el link a la revista "Que sea poesía" del mes de noviembre. Muy honrada de formar parte de esta maravillosa revista y agradezco a su directora, Mirta Venezia, por haber seleccionado dos de mis poemas para este número.
Mi blog de escritura para compartir algunos de mis cuentos y poemas ya publicados
lunes, 2 de noviembre de 2020
lunes, 15 de junio de 2020
ALMA DE POETA
Mi humilde homenaje a todos los poetas
Dolor
en el alma,
tripas
que se anudan,
congoja
que aumenta,
angustia
infinita
trepando
por los huesos.
Un
cuchillo corta,
hiere
y desangra.
La
tensión
toma
las riendas,
maneja
los dedos,
mueve
las manos
que
raudas se deslizan
sobre
un teclado,
o
se aferran a una lapicera,
cual
náufrago
a
una tabla solitaria
rumbo
a la sanación
de
las heridas
que
solo se alivian,
por
un instante,
ínfimo,
que
se quiere eterno,
cuando
la creación toma forma.
¡Vana
ilusión!
Un
momento apenas
y
la angustia
vuelve
a asfixiar
al
poeta
obligado
a escribir
sin
sosiego ni respiro,
sin
tregua ni descanso.
Y
así será
hasta
el final de sus días.
© Mirta Mineo - Todos los derechos reservados - Inscripto en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual
Etiquetas:
alma,
alma de poeta,
escribir poemas,
poeta
domingo, 14 de junio de 2020
LA CHICA DEL TAPADITO BLANCO
Con este cuento gané el Segundo Premio en narrativa del concurso internacional
"Seleccionados 2020" organizado por el Instituto Cultural Latinoamericano
Así
le decía tía Elvira a Susana ya que, como no le caía bien, no se esforzaba en
recordar su nombre.
En
la escuela todas soñábamos con tener un tapadito como ese, pero nuestras madres
tenían el defecto de ser demasiado prácticas: imposible pagar tanto de
tintorería. Así que no había otro remedio que consolarse con el aburrido
marrón, el clásico azul marino o el poco frecuente, por revolucionario, rojo.
Susana
llegaba siempre impecable y muy oronda con su tapadito blanco. Se lo habían
comprado los padres en los Estados Unidos. Cuando lo mencionaba, usaba ese tono
lleno de mayúsculas que parecía invitar a ponerse de pie y hacer una
reverencia, como una especie de homenaje a tan importante evento.
Un
día tía Elvira no pudo contenerse y le lanzó:
—¿Siempre
usás ese tapadito? ¡Tus padres deben gastar fortunas para mandar a limpiarlo!
—¡No
crea, señora! ¡Es una tela especial que refleja la pureza del alma!
A
tía Elvira casi le da un soponcio. No tanto por la increíble explicación de la
blancura del dichoso tapadito, cuanto por haberle dicho “señora”, a ella, tan
orgullosa de su virginal soltería.
—¡Esta
chiquita me quiso tomar el pelo! ¿Quién se cree que es? Para mí que está algo
“tocada”.
—¡Ay,
tía! ¡No exageres! Fue solo un chiste.
No
había caso. Tía Elvira se quedó con la sangre en el ojo esperando la
oportunidad de poner en evidencia el embuste.
La
ocasión se presentó cuando Susana llegó a casa envuelta en su níveo abrigo. Tía
Elvira, como quién no quiere la cosa, se ofreció a servirnos un café. También
nos preparó tostadas y platitos con manteca y mermelada casera, mientras
nosotras nos poníamos al día con las historias de amor propias y ajenas. Cuando
nos llevó la merienda se salpicó una mano con el dulce y salió a las apuradas a
limpiarse. Estaba tan nerviosa la pobre, que no pudo evitar tropezarse con la
alfombra y apoyarse en el tapadito blanco que colgaba del perchero. La sonrisa
sardónica que se le dibujó en la cara se borró instantáneamente.
—¡Les
juro que vi desaparecer la mancha de mermelada en cuanto se formó sobre la
tela!
—¡No
me vas a decir que quedaste sugestionada con las historias de Susana! Siempre
se inventa alguna. Es muy ingeniosa.
No
hubo caso. Tía Elvira se obsesionó cada vez más con el “misterio” del tapadito.
Nosotros temíamos que la senilidad se estuviera manifestando; pero mamá
sostenía que su hermana siempre había sido muy peculiar.
Una
tarde, no aguantó la tentación. Mientras Susana y yo estábamos en mi cuarto
organizando las vacaciones, tía Elvira aprovechó para ponerse el famoso
tapadito. Fue a admirarse frente al espejo, convencida de que lo haría brillar
como si fuera de plata. Al ver su imagen reflejada, le pareció ver que el
tapadito tenía un tono agrisado.
“Debe
ser esta luz de mierda” pensó enseguida. Automáticamente el tapadito se
oscureció aún más. “Mejor me lo saco y le paso una espuma seca para limpiarlo y
dejarlo como nuevo”.
Cuando
trató de desabrocharlo, los botones se negaron a deslizarse fuera de los
ojales, como si el tapadito rechazara la idea de dejarla en libertad. ¿Se
estaría vengando de su osadía? Más luchaba para desprenderse del abrigo, más se
achicaban los ojales. En realidad, le daba la sensación de que el tapadito todo
se estaba reduciendo. Empezaba a sentir que se asfixiaba.
Volvió
a mirarse en el espejo. Se horrorizó al ver su cara, sus manos y sus pies rojos
e hinchados. Quiso gritar por ayuda. El cuello del tapadito se cerró aún más
cortándole la respiración.
Así
la encontramos: muerta sobre la alfombra de su habitación. El tapadito de
Susana estaba allí, prolijamente extendido sobre la cama de la querida tía
Elvira. ¡Dios la tenga en su gloria!
© Mirta Mineo - Todos los derechos reservados - Inscripto en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual
sábado, 13 de junio de 2020
AMANDA QUIERE ESCUCHARTE
Este poema a sido seleccionado por el Instituto Cultural Latinoamericano
para el audiolibro "Seleccionados 2020"
Quiere escuchar tus
gritos,
esos que se retuercen
en un nudo infinito
invadiendo tu garganta,
oprimiendo tu aliento.
Amanda quiere escucharte
también en tus dolorosos
silencios
esos que, como puñales,
desgarran tu corazón.
Amanda quiere escucharte.
Quiere escuchar tus
denuncias,
tu llanto,
cascada infinita
de lágrimas contenidas
que inundan tu alma.
Amanda es la marea
imparable
que empezó tímida,
que hoy ruge y atruena
en un huracán de voces,
que a nadie deja
indiferente.
Amanda es una y es
todas,
todas las mujeres
que ya no callan
ni gritos,
ni silencios,
ni injusticias.
© Mirta Mineo - Todos los derechos reservados - Inscripto en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual
jueves, 11 de junio de 2020
OJOS
Este poema a sido seleccionado por el Instituto Cultural Latinoamericano
para el audiolibro "Seleccionados 2020"
En memoria de Gustavo Gatica, primer joven chileno que perdió ambos ojos
en la
brutal represión mutiladora de los carabineros
en Santiago de Chile, en 2019.
Ojos que se niegan a ver
la dolorosa realidad.
Párpados blindados.
Para no saber,
para no enterarse,
para seguir al margen.
Ojos que vigilan atentos
que los demás sigan
ciegos,
que se contenten
con los espejismos
de futuros venturosos
por siempre postergados.
Ojos que se entreabren
como al descuido,
que atraviesan los velos
de los relatos repetidos.
Que descubren la
injusticia
a la que estaban
sometidos.
Ojos que acechan
embozados
en las sombras,
que buscan el blanco
de otros ojos, los
rebeldes,
sobre los que lanzan,
inmutables,
su metralla destructora.
Ojos que se escapan
de sus órbitas heridas.
Cavernas dolorosas
que no pueden
contenerlos
y lanzan por el mundo
su agónico clamor.
Ojos que ya no están
y que no regresarán.
Desaparecidos.
Destruidos.
Como otros en la
historia
que imaginábamos no
repetir jamás.
© Mirta Mineo - Todos los derechos reservados - Inscripto en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual
Etiquetas:
2019,
Chile,
Gustavo Gatica,
mutilacion,
ojos,
poemas comprometidos,
poemas sociales,
represion,
Santiago de Chile
LA MIMO
Poema seleccionado por Juan Botana para su antologia del Festival de Poesia 2020
Víctima de la brutal represión de los
carabineros chilenos
Mujer
Artista
Artista callejera
Artista
callejera del silencio
Peligrosa
Muy peligrosa
Intolerable
tu reclamo mudo
para
los intolerantes
disfrazados de patriotas
Te
llevaron una tarde
una tarde de noviembre
de noviembre de 2019
con tu
traje de colores
tu nariz roja
y una lágrima sangrienta
deslizándose
sobre tu blanco maquillaje
¡Que la
ira de los dioses lance
su rayo
aleccionador
sobre
las huestes salvajes
que te
arrastraron
que te violaron
que te dejaron tu cuerpo
colgado en
una plaza pública
para
el escarnio
Mujer y
artista callejera,
el
grito de libertad y justicia
de todo
un pueblo
también
lleva tu rostro
y tu nombre: Daniela Carrasco
como bandera inmortal
Mujer
Artista
Artista callejera
© Mirta Mineo - Todos los derechos reservados - Inscripto en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual
Etiquetas:
artista callejera,
Chile,
Daniela Carrasco,
denuncia,
manifestaciones,
mimo,
poema de denuncia,
represion
sábado, 9 de mayo de 2020
ANGELES CUSTODIOS
En un nuevo aniversario del hundimiento del Isla de los Estados en la guerra de Malvinas, el 10 de mayo de 1982, este sentido homenaje.
© Mirta Mineo - Todos los derechos reservados - Inscripto en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual
Suscribirse a:
Entradas (Atom)